¿Dónde van nuestros viejos tuits?
Imagen: missourireview.com
En Internet la acción de borrado siempre es relativa. En apenas milésimas de segundo lo que se pretende ocultar o hacer desaparecer para siempre, puede volver a la vida con una captura de pantalla, una descarga o un enlace. Por otro lado, en el caso de Twitter, el enorme volumen de información corporizado en su unidad de medida (el tweet o tuit) fluye de manera ininterrumpida desde su lanzamiento en 2006 y la tarea de encontrar materiales viejos, borrados o en desuso puede ser una misión imposible.
La Fundación Sunlight parece haber encontrado una solución al botón “suprimir”. Con base en EE.UU, el desarrollo se sostiene en una base de más de 3.000 mensajes eliminados por 435 usuarios registrados a la red de información en tiempo real. El objetivo es que los tweets publicados y eliminados por los políticos de ese país -en plena campaña electoral-, queden exhibidos ante la opinión pública. Con un nombre divertido (Politwoops) y un eslogan marketinero (“Descubre los tuits que nuestras autoridades compartieron y de inmediato borraron”), la plataforma muestra qué día fueron eliminados los mensajes y permite volverlos a la vida a través de un retweet.
De origen holandés y localizado en otros doce países, el proyecto apunta a fomentar el llamado watchdog ciudadano a través de las nuevas tecnologías, es decir que alienta a los ciudadanos a través de organizaciones no gubernamentales para que sean los guardianes de posibles abusos de poder por parte de los gobernantes. Metidas de pata, tweets polémicos, mensajes directos llevados a públicos y luego borrados, bloopers, etc., son algunos de los contenidos que permiten monitorear cómo modifican sus estrategias de comunicación los equipos que asisten a los políticos en el camino a la Casa Blanca.
“Poliwoops es una ventana de búsqueda de aquellas equivocaciones que sus autores no querían ver”, explicó Nicko Margolies, vocero del proyecto, y completa con algunas de las perlitas que se pueden encontrar en el sitio: “Hay mensajes de cuando el senador Chuck Grassley comparó la película El Graduado, de Dustin Hoffman, con la serie de actualidad The Hunger Games, cuando el representante Jeff Miller propuso una encuesta sobre si Obama nació o no en EE.UU, o cuando John McCain se burló de las lágrimas del reelegido presidente ruso Vladimir Putin”.
Vía| Conectados
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