Hoy se conmemora el Día del Abogado, por la fecha de nacimiento de Juan Bautista Alberdi.
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| Juan Bautista Alberdi | 
 Juan Bautista Alberdi, uno de los más lúcidos pensadores 
, autor de las “Bases y puntos de partida para la organización
política de la
 Confederación Argentina ”, que se tuvo particularmente en
cuenta al sancionarse la
 Constitución  
 de 1853. 
Aunque vivió gran parte de su vida fuera de
Los argentinos celebran el Día del Abogado el 29 de agosto, por haber nacido en esta fecha, en 1810, Juan Bautista Alberdi. Resulta curioso, sin embargo, saber que Alberdi nunca ejerció la profesión de letrado en nuestro país.
Juan Bautista nació en Tucumán y, a los 14 años, obtuvo una beca para estudiar en el Colegio de Ciencias Morales de Buenos Aires (hoy Colegio Nacional). Luego siguió abogacía en
Alberdi, que había sufrido ya como periodista el cierre del periódico
Al producirse el sitio de Montevideo por las
tropas rosistas encabezadas por Manuel Oribe, Juan Bautista viajó a Europa y
luego se radicó en Valparaíso con sus últimos ahorros, donde ejerció el
periodismo para sustentarse. Al poco tiempo presentó una tesis sobre El
Congreso Americano en la
 Universidad  y se dedicó intensamente a la abogacía. Su
talento lo hizo distinguirse en el foro y llegó a ser el profesional mejor
remunerado de la ciudad. Con sus ingresos se compró la quinta Las Delicias, en
donde recibía los domingos al mediodía a los emigrados argentinos y sus
familias. Allí se enamoró de Matilde, la hija de su amigo Carlos Lamarca. 
Cuando Urquiza derrotó en Caseros a Rosas, Alberdi escribió Bases y Puntos de Partida parala Reorganización
 Institucional , sugiriendo la implementación de un
programa republicano que estableciera la libertad de cultos, el liberalismo
económico y el fomento de la inmigración. En relación a la educación, proponía
dejar a un lado la instrucción humanística, para acentuar la formación de
artesanos que supieran labrar la tierra y construir caminos, puentes y
ferrocarriles. No necesitamos abogados, sino técnicos, sostuvo tajantemente. En
1855, el presidente Urquiza le pidió a Juan Bautista que viajara a París como
embajador, para evitar que las naciones europeas reconocieran a Buenos Aires
como nación independiente. Hacia allí partió el tucumano directamente desde
Valparaíso, sin regresar a la
 Argentina.  
Cuando Urquiza derrotó en Caseros a Rosas, Alberdi escribió Bases y Puntos de Partida para
Cuando Mitre venció a Urquiza en Pavón, el país
se unificó bajo su mando, y decretó la cesantía del diplomático. Al producirse
la guerra de la Triple
 Alianza  contra el Paraguay, Alberdi condenó la actuación
argentina. Dijo que era una confrontación absurda, hecha por la vanidad de los
gobernantes, y que si algún país tenía algo de razón, era más bien el Paraguay. 
El gobierno argentino lo acusó de traidor a la patria y Juan Bautista debió permanecer exiliado en Francia otros catorce años. Después de la confrontación franco-prusiana escribió El crimen de la guerra: con estilo de abogado fue encadenando los argumentos para demostrar que la guerra no es un derecho, sino un delito; y que la justicia sólo es tal cuando es impartida por un tercero imparcial. Recién en 1879, cuando estaba a punto de cumplir los 70 años, arrastraba los pies y era una figura legendaria, Alberdi regresó a su patria. Había pasado 41 años en el extranjero, aunque siempre escribiendo sobre su país. Enla Facultad 
de Derecho de Buenos Aires pronunció una conferencia: La omnipotencia del
Estado es la negación de la libertad individual. Pero la emotividad de sus
años le impidió completar la lectura y le pidió a Félix Frías que terminara de
leer las cuartillas que él había preparado. No tenía fuerzas tampoco para
empezar de nuevo a litigar. Volvió a París, donde murió solo y soltero, en una
casa de salud del suburbio de Neully Sur Seine, el 29 de junio de 1884. 
Juan Bautista Alberdi diseñó la arquitectura constitucional de la república y exaltó la armonía entre las naciones. Aunque nunca ejerció la profesión en su país, nos dejó a los abogados la mejor de las lecciones: defendió la paz y el sistema republicano, aun al costo de sufrir en carne propia el destierro y las persecuciones.
El gobierno argentino lo acusó de traidor a la patria y Juan Bautista debió permanecer exiliado en Francia otros catorce años. Después de la confrontación franco-prusiana escribió El crimen de la guerra: con estilo de abogado fue encadenando los argumentos para demostrar que la guerra no es un derecho, sino un delito; y que la justicia sólo es tal cuando es impartida por un tercero imparcial. Recién en 1879, cuando estaba a punto de cumplir los 70 años, arrastraba los pies y era una figura legendaria, Alberdi regresó a su patria. Había pasado 41 años en el extranjero, aunque siempre escribiendo sobre su país. En
Juan Bautista Alberdi diseñó la arquitectura constitucional de la república y exaltó la armonía entre las naciones. Aunque nunca ejerció la profesión en su país, nos dejó a los abogados la mejor de las lecciones: defendió la paz y el sistema republicano, aun al costo de sufrir en carne propia el destierro y las persecuciones.
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